El Bien Nacer. Marta Canessa.

Descripción

Rastrear en el transcurso de más de seis siglos las claves que ayuden a interpretar rasgos salientes de las sociedades latinoamericanas de hoy es el propósito de este documentado ensayo de la historiadora uruguaya Marta Canessa de Sanguinetti.

Enraizados en el inconsciente colectivo, esos rasgos que se apoyaron en el ideal nobiliario de una sociedad jerarquizada son fantasmas del pasado surgidos en un universo europeo en el que, a la limpieza de oficios (algunos honestos, otros viles), la Iberia sumaría la limpieza de sangre (ni judía, ni mora, ni negra...). A mediados del siglo XV, ante la creciente competencia creada por las conversiones forzosas y el éxito del cristiano nuevo, un celoso cristiano viejo abrió las puertas no sólo a esta limpieza, sino también a una sociedad intolerante que para remedio de sus males pergeñó el Santo Oficio de la Inquisición española o moderna. Esta institución totalitaria, con su cortejo de fuegos purificadores, miserias y sambenitos, se convertiría en un órgano de control social al que ni siquiera escaparía el monarca. Siglo tras siglo fueron sumándose las expulsiones de judíos, moros y moriscos. Los españoles tendieron a cristalizar su condición social para evitar que se escarbe en su linaje, no fuera que apareciera algún tatarabuelo converso o de oficio vil. Y en el vaivén de los Tiempos Modernos, Reino e Imperio se empobrecieron atrapados en esta novel forma de subversión social que de hecho haría de la estirpe del cristiano viejo plebeyo, pobre pero limpio y honrado (por bien nacido), un nuevo orden privilegiado.

A la altura de los tiempos en que estamos se hace imprescindible que España asuma sin complejos esta parte de su legado iberoamericano, y que América Latina se sacuda del chivo expiatorio que suele extraerse de este pasado para intentar legitimar la siempre desmentida, pero subsistente, sobrevivencia de ese excluyente ideal nobiliario. Ya no es hora de perpetuar mitos que según dan cabal testimonio estas páginas supieron afirmarse otrora sobre una maquinaria de terror e implacable intolerancia.